Hace pocos días
abandoné Ojós, en Murcia, donde me encontraba un poco como en casa
después de unos dos meses pasados con Natalia, Demba y la peke Hawa,
en la granja “La Era de Oxox”, ubicada a unos 800 metros del
pequeño pueblo de Ojós, a no más de 50 kilómetros de la capital
murciana.
Cargando capazos desde la huerta a casa |
He pasado un
excelente tiempo de estancia con esa familia, con ese trabajo y con
un exquisito lugar, ubicado en el Valle del Ricote, que aúna a unos
cinco o seis pueblos de la comarca, flanqueados por el río Segura a
su paso por el lugar, donde aún funciona alguna noria de aquellas
que utilizaban una suerte de cubos para extraer agua y regar los
campos que luego darían lugar a la llamada “huerta murciana”,
como parte de la también llamada “granja de Europa”.
Cocineros. Con Adrián,wwoofer holandés |
Lugar exuberante en
medio de un territorio semi desértico, la granja de la que hablo se
halla situada en un enclave privilegiado, junto a una presa
denominada “Azud de Ojós”, que permite alimentar riego mediante
acequias para las granjas vecinas, además de contar con una pequeña
central hidroeléctrica. Flanqueada por montañas separadas por no
más de un par de centenares de metros, protegida de los vientos,
excepto del que provenía de la zona de la presa, donde se cortó una
montaña para atravesarla con una carretera, y que parece una ventana
abierta cuando sopla el viento desde ese punto cardinal. Ese era el
sitio donde estaría después de Teruel y Alicante.
Debo comentar lo
sorprendido que quedé al ver el ímprobo trabajo realizado por
Demba, capaz de laborar casi sin descanso del amanecer al ocaso...y
más allá en muchas oportunidades. Por supuesto que mi aportación
en ese sentido era mínima, aunque debo decir que en ocasiones me
esforzaba más allá de los horarios establecidos como voluntario,
porque la colaboración es fundamental en este tipo de trabajos del
campo, donde de por sí es pesado, cansino y muchas veces dan ganas
de parar, plantearse realmente la necesidad de hacerlo dentro de unos
horarios, o dejarlo para mañana.
Pero no hay tiempo,
y sigues haciendo tu trabajo
. Reconoces así la tarea silenciosa del campesino, que para poder sacar adelante su finca, se debe esforzar día sí y día también, sin importar mucho el tiempo, el día de la semana o la cuestión social, que suele resquebrajarse al no disponer del tiempo que se quisiera para un encuentro con amigos, una copa o una comida juntos. Sí que las hay de vez en cuando, no es tan continua la cosa, pero el trabajo rural tiene ciertas limitaciones.
Patata!!!.Con Kathie,Demba,Hawa y Natalia |
Natalia se encarga
principalmente de las cuentas, de los pedidos, de las llamadas
telefónicas, de los contactos. También de la casa, de la niña y
las mil y una pequeñas tareas que realizan las mujeres
silenciosamente...o no...pero de manera continuada, olvidando
asimismo fines de semana, fiestas, o muchos encuentros sociales.
Natalia también lleva otro tipo de actividades relacionadas con el
Medio Ambiente, además de su tarea como presidenta de los regantes
de la localidad.
Total, que no hay
mucho tiempo para el “dolce far niente”, aunque ellos lo van
buscando de manera activa, para que la tarea de llevar una finca
horto frutícola como “La Era” siga delante con alegría.
El lugar, la gente y
las circunstancias me gustaron, y me quedé algo más de lo planeado.
¿VIAJE POR EUROPA ?
De todas maneras,
debo decir que mi actitud ante la idea primaria de un viaje por
Europa, se va desdibujando, va perdiendo los firmes contornos con que
salí aquel 22 de abril del puerto palmesano.
Dentro de un mes,
aproximadamente, hará un año que con sus mas y sus menos, sus
paradas obligatorias o deseadas , me voy deslizando rumbo al sur,
para poder entrar a Portugal cuando llegue el momento, subir por el
estrecho país y volver a entrar por Galicia, recorrer el norte y
entrar luego a Francia, Italia y demás países.
El viaje estaba
previsto hacerlo en uno o dos años, con un total estimado de 15 a
16,000 kilómetros de recorrido total. Al cumplir los 11 meses de
trayecto, recién acabo de entrar, hace unos dos o tres días, a la
zona de Andalucía, y tengo unas cuantas provincias por recorrer si
puedo hacerlo. No tengo idea de los kilómetros recorridos, serán
unos dos mil, dos mil quinientos, pero veo que se va alargando la
cosa como masa de chicle.
El caso es que estoy
disfrutando, que es el quid principal en este tipo de aventuras. La
gente con la que me he topado es amable, generosa y alegre, lo cual
da pábulo a que vayas demorando la partida. Y cuando llega el
momento, te invade una cierta tristeza, un pequeño desgarrón del
alma porque dejas a muchas personas con las que te gustaría
compartir aún más tiempo...pero es lo que tiene el viajar.
DE MURCIA A
ANDALUCÍA
De modo y manera que
una mañana, con buen tiempo y las velas desplegadas (teóricamente),
nos dimos el hasta ahora último abrazo con los tres de La Era, y
llevando también en el recuerdo a las tres jovencitas “woofies”
con las cuales compartí tiempo y alegrías, Megan, Karena y luego
Kathie, dos de Florida y la última de Carolina del Norte.
Vista parcial de Aloe Vera, el cortijo actual |
Las dos primeras
andan por las Australias, y Kathie por Francia, al igual que con
otros voluntarios nos seguimos carteando o “washapeando”.Y de Adrián, un holandés errante que se reencontró en España con Angie, su esposa, y se fueron juntos a recorrer caminos en el segundo o tercer viaje de bodas.
Salí por carreteras
secundarias y la eterna ruta que atraviesa el sur español y que me
voy encontrando de vez en cuando, pasé por Lorca, me quedé a
esperar un terremoto, pero no llegó. Quizás afortunadamente, o eso
pensarán los lorquinos, que hace cinco años vieron devastada parte
de su ciudad con un temblor que superó los seis grados. Pero dio la
casualidad que estaba tomando algo en un bar y alguien informaba en
una televisión sobre el epicentro de un temblor casi en medio del
Mediterráneo, con repercusiones en Marruecos, ocurrido poco antes
ese mismo día, y pensé..¿porqué no?, si la falla continúa en el
mismo sitio, quizás tenga la oportunidad de vivir ese sobresalto que
te atrapa cuando se te mueve el piso...pero a la vez te dispara la
adrenalina a tope.
Comiditas en los hornos solares |
No pasó nada, de
modo que seguí hasta el lugar donde realizaría mi nueva tarea como
voluntario.
Está situado a unos
cinco kilómetros de Huercal-Overa, capital departamental un poco al
norte de la provincia de Almería.
Siguiendo indicaciones, yendo y
viniendo, preguntando y demás, me topo de repente con el cartel que
indica :”Casa Rural Aloe Vera”
.
He llegado…