La historia del pequeño pony |
En el mismo
periódico salieron dos noticias sobre maltrato animal esta semana,
algo que me dio un poco más para pensar. No es que escaseen este
tipo de comportamientos, desgraciadamente, y me voy a remitir a una
historia ocurrida en Palma hace algún tiempo, porque está
relacionada y porque marca un precedente que espero tomen en cuenta
las autoridades, y especialmente los jueces si les cae por allí
algún marrón de este estilo.
Una magistrada
palmesana se encontró de repente con una acusación sobre maltrato,
ocurrido – según informa entre otros el periódico “El Mundo “
- cuando el ahora condenado, propietario de un caballo de carrera de
nombre “Sorky”, en la modalidad de trote, apaleó hasta
matar al animal en su propia cuadra del hipódromo de la localidad de
Manacor, por un mal resultado en una carrera .
La del cazador |
“La magistrada
aseguró cuando decretó prisión para el propietario del caballo
apaleado que en este caso no existe la más mínima duda de que el
acusado empleó una inusitada violencia sobre el animal,
causándole la muerte al golpearlo brutalmente y haciéndolo
sufrir.”, dice el citado periódico, aunque las asociaciones en
defensa de los animales, entre ellos una de abogados, dio mucha
publicidad al asunto, debido sobre todo porque lo golpeó con un palo
en la cabeza, con saña y para causarle daño.
Según han
informado fuentes judiciales, el condenado, que en diciembre de 2012
apaleó hasta matarlo al caballo” Sorky das
Pont “tras un mal resultado en una carrera de trote en Manacor,
presentó un recurso de reforma contra la denegación de la
suspensión de condena o su sustitución por trabajos comunitarios.
El pobre bicho, uno del montón (su actuación en este tipo de
carreras no superaba el 20 % ), terminó así sus días. Lejos
quedaban los momentos, seis años atrás, en que una yegua sueca daba
a luz a un potrillo hijo asimismo de un semental de EE.UU. Y de la
esperanza de que fuera un pura sangre de lujo, en un ambiente donde
varios miles de caballos sueles correr habitualmente en este tipo de
modalidad, el trote.
Justamente, el pobre Sorky pegó un salto
durante la carrera y fue descalificado. El montante total de tres
premios que correspondían a la misma sumaban 500 euros.
Porqué entonces
esta ira irrefrenable hacia un manso animal? Porqué el ser humano se
comporta como un verdadero salvaje ante estos pobres compañeros ?
NO ES UN CASO
AISLADO
...pero dos de ellos
le han tocado a la misma juez del Juzgado nª 8 de lo Penal de Palma…
El primero, el del
caballo, solamente duró dos meses en prisión, porque le fue
aceptada una apelación, aunque tenga que seguir un curso de
adaptación con los animales. El segundo, que había ocurrido en
2013, fue el resultado asimismo de la labor de la Asociación de
Abogados por los Derechos de los Animales (ABADA), que ejerció
también de acusación popular. Se trataba de un perro, cruce de raza
pitbull, cuyo propietario mantenía atado, deshidratado y desnutrido
, además de enfermo. El hermano del acusado fue quien lo denunció,
y aunque la Policía Local lo trasladó al centro de Son Reus, de
recogida y gestión de animales abandonados, no podía ni levantarse
y murió tres días después.
El propietario fue
condenado a un año de cárcel, y en este caso la jueza, seguramente
escamada por la anterior situación, solicitó formalmente que se le
denegara la puesta en libertad hasta el cumplimiento de la pena.
El celoso que tiró al cachorillo por la ventana |
En Cáceres, un
hombre llegó al domicilio de su ex pareja, donde se encontraba la
misma con un amigo íntimo, y presuntamente
por celos, arrojó por la ventana de un sexto piso a un cachorrillo
de pitbull de tres meses. “Homer”, el pequeño,
falleció, por supuesto, y al celoso le cayeron tres meses de
prisión, inhabilitación para estar con animales y una indemnización
de 2.700 euros.
Estos son algunos de
los casos, pero los más dolorosos y repetidos, son los de los galgos
cazadores.
Me remitiré a
parte de una noticia dada por la Asociación Galgo de España,
que opina sobre la suerte que les depara a quienes no son aptos para
continuar la modalidad de”caza con galgos”, muy popular en las
tierras donde existen liebres y conejos.
Dice la nota “¿qué
métodos utilizan para "deshacerse" de ellos? En el mejor
de los casos, un galguero sensible intentará regalarlo, o
entregárselo a una perrera municipal o protectora, con la esperanza
que alguien tenga a bien cuidarlo como animal de compañía, pero en
numerosos casos, mueren a manos de los que fueron sus dueños, de las
maneras más trágicas que el ser humano pueda llegar a imaginar.
Primero, si el animal disponía de microchip, se lo arrancan
cortándole la piel para no "dejar rastro" del propietario.
El resto ya lo conocéis: ahorcados con una simple soga, degollados,
mutilados, tirados vivos a pozos de gran profundidad, lanzados por
barrancos… “
No
quisiera hacer una nota al estilo de las pelis de Quentin Tarantino
. Pero que en regiones de Castilla La Mancha, por ejemplo, se utilice
el término “poner al galgo a escribir a máquina” para señalar
la macabra agonía de un galgo colgado, no es cosa de risa. Y la ley
es demasiado floja en España para estos maltratos animales. En
Estados Unidos te pueden caer 5 ó 10 años por algo así.
Historia más que repetida : un galgo colgado |
PERO
MENOS DA UNA PIEDRA
Y
el hecho que se comience a penalizar con cárcel este tipo de
comportamientos es un principio.
En
lo referente a las dos noticias aparecidas en un periódico murciano,
a un acusado de dejar ciego a su pony a golpes le cayeron ocho meses,
y se investiga por parte de la Guardia Civil el segundo caso, donde
dos perros fueros tiroteados por un cazador.
Seguramente
esto no es más que la punta de un iceberg, y que cientos de casos
quedan sin denunciar, sin resolver, sin iniciar siquiera su
investigación. Así que me remito al título de esta nota : ¿Qué
nos pasa con los animales? , ¿Su mansedumbre origina una violencia
desacostumbrada o quienes realizan este tipo de acciones son
solamente unos descerebrados ?
Me
inclino por la segunda opción...
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