lunes, 15 de mayo de 2017

Vinos ecológicos...y muy buenos !!!




Me encuentro desde hace algún tiempo en una granja que produce un exquisito, debo decirlo, vino ecológico, ubicado en las afueras de Silves, ciudad cercana a Portimao y Faro, en el sur portugués.
Nadia, la madre, y Nadinne, de 5 horas de vida
Son una especie de vacaciones dentro del viaje que estoy realizando, aunque como trabajo...siempre se trabaja. Aquí hay mucho que limpiar, porque son viñedos que hay que proteger, árboles frutales, olivos, de todo un poco.

Pero se trata sobre todo  de una plantación de viñedos que iniciaron Jaap y Reneé, una pareja de holandeses afincados por ese entonces en esta zona del Algarve portugués.Y una yeguada con certificación española "Yeguada Quinta Rosa", de caballos de pura raza española, a los que seguramente habrá que cuidar. Mucho, mucho trabajo después, el lugar es una verdadera maravilla.

INICIARSE SIEMPRE CUESTA

Cuando llegaron al lugar, la finca estaba muy descuidada, y la idea que ellos tenían era muy diferente de la que llevaban a cabo sus antiguos propietarios. Un campo de naranjos, principalmente, mucho terreno baldío, cuestas, rocas, árboles viejos y descuidados, en fin, que había que poner manos a la obra.

Reneé tambié hace fotos a la nueva potranca, Nadinne
He tenido oportunidad de ver un par de libros que editaron posteriormente, con fotografías del proyecto que tenían “in mente”. Ya conocían del tema, por anteriores proyectos, de modo que sabían con lo que tenían que lidiar.
Había que comenzar por un desmonte casi total, allanamiento del terreno, preparación de tuberías, almacenamiento y distribución de agua, colocación de postes para delimitar las líneas y futuro tendido de hilos de alambre, apertura y preparación de calles interiores, etc.

Hay mil detalles que se unieron en esos momentos para hacer más gravoso el trabajo, como el tiempo, el barro, las innumerables piedras que jalonaban la primera hectárea que se iba a plantar. Pero el proyecto era claro y al poco tiempo se podía visualizar lo que sería esa plantación...y las venideras. Entretanto, la casa derruída no permitía el alojamiento en la finca, de modo que era un ir y venir constante hacia la casa que tenían cerca del pueblo. Paralelo al trabajo del futuro viñedo, otras labores paralelas insumían su tiempo: construir un sitio para guardar herramientas y tractor, pavimentar de grava los caminos principales, cerrar con una pared de piedra los sitios adyacentes a la entrada, que en principio solamente era un armazón de madera, hasta que se pudo instalar, un par de años después, la puerta de hierro que marca hoy la entrada a “Quinta Rosa”. Así, “ad infinitum”, porque ya se sabe que cuando se comienza algo desde cero, el trabajo es ingente, no existen horarios ni días libres, pero finalmente, dos años después, allá por 2010, se pudo comenzar a apreciar lo realizado.


Tecnología, pero a seguir limpiando viñedos...


Así siguieron luego terrazas tras terrazas, hasta las seis hectáreas actuales. Paralelamente, acometieron la construcción de la vivienda, una casa señorial de unos 200 metros habitables, con grandes ventanales, orientación justa para ver amanecer y atardecer por uno u otro lado, y que permitió, finalmente, el asentamiento total de la familia en el viñedo actual.

Hoy es un absoluto vergel, muy cuidado y con viñedos totalmente ecológicos que les han permitido obtener medallas de Oro, Plata y Bronce en distintos eventos públicos, y ser el único viñedo de la región del Algarve en obtenerlo, compitiendo con vinos industriales, familiares, grandes y pequeñas bodegas que jalonan la región. Debo decir que me ha parecido un magnífico vino, en cada una de sus especialidades, con carácter, un rosado completamente distinto de los demás, un blanco que tiene merecida la medalla obtenida, y un tinto alegre y con un regusto exacto de taninos en su elaboración. La bodega, instalada en los sótanos de la vivienda, ocupa prácticamente toda ella, y allí se embotella, se guarda y conserva, se añeja o se prepara para su distribución.

Realmente, considero que un productor que realiza este tipo de acciones, acorde con la Naturaleza, libre sus productos de pesticidas, insecticidas o mejoradores de sabor tan al uso, es para sentirse simplemente orgulloso de una labor bien hecha.

LOS ALREDEDORES

La finca se encuentra situada en un paraje denominado “Pinheiro e Garrado” (la traducción me falla un poco, pero podría ser un Pino bien agarrado, bien cimentado, bien plantado), cercano a la ciudad de Silves. Antigua capital comarcal, la ciudad creció al albergue de un hermoso castillo, bien conservado en la actualidad, donde se libraron sus buenas batallas años ha. Por aquí también pasaron pueblos distintos, desde los fenicios, los romanos, los árabes, etc. Cada uno dejó su impronta, y mucha de ella aún se conserva.
Con Jaap,Reneé y Mariona, otra wwofer, de cañas.
Suelo bajar a la ciudad los fines de semana (domingo, que el sábado es también día de trabajo), a hacerme un café con leche matinal con pan con mantequilla ( Um Galáo com leite quente, y una torrada, si faz favore”), y dar una vuelta por las callejuelas empedradas, que se van empinando hacia el castillo, en la cima de una colina.

Hace unos dias fuimos a un lugar llamado Algoz, donde se realizaba un mercado de agricultores, con animales, plantas, verduras y demás cosas, diferente de los típicos mercadillos semanales en cualquier ciudad, y que extiende por una explanada cercana a la ciudad. En esencia no se diferencia
mucho del tipo de venta, salvo que puedes salir arrastrando unos cuantos árboles o animales bajo el brazo.

REENCUENTROS

Había quedado con mis amigos de Campología, el sitio de las plantas exóticas, en vernos allí. Finalmente, salimos tarde, no nos encontramos con todos, pero quedó Inés, una wwoofer y compañera de aventuras y guitarra, con la que nos fuimos a hacer unos cafés en un improvisado chiringuito entre la hierba. También vino Mariona, la nueva voluntaria en casa de Jaap y Reneé, y charlamos finalmente en español, mechado con un poquito de francés y portugués. Diogo y el resto se habían vuelto ya, porque había que trabajar, pero Inés (que es navegante, o marinera), venía de trabajar varias semanas en reparar un barco con el que se van para Francia en unos días, y se tomó el día de descanso. Viaje va y viaje viene, Inés parte en su bici y parte en motocarro, dejé a Mariona en Silves y nos fuimos los tres a comer por allí y pasar la tarde poniéndonos al día. Luego la cosa se estropeó, nos perdimos y no encontramos a Inés que se volvió en bus Maihiloneira Grande, y tengo que devolverle la bici que viaja en el motocarro sobre mi colchón.
Batallitas. Pero dará ocasión para un nuevo encuentro cuando siga hacia el norte.

Me iré en unos días, una semana a casa de un amigo de la pareja, Francisco, un holandés que además de colaboración quiere refrescar su español para un viaje a Nicaragua y Panamá, muy próximo. El sitio está a poco más de dos o tres kilómetros, una verdadera mansión sobre una loma, donde haré un poco de jardinero y un poco de profe de español. Especialmente para Francisco, que se irá próximamente. Un paréntesis más en este viaje, que no deja de asombrarme por las novedades que e van presentando.

Luego, retorno a la región central de Portugal, zona de Alentejo, donde el planteamiento es colaborar en la bio construcción de una vivienda, entre otras cosas.

Pero eso será tema de otra historia…..o no.

3 comentarios:

  1. Envidiable aventura estás haciendo, ponerle la cara y el pecho a lo que salga y seguir un camino que solamente se puede conocer la salida. Lástima que la vida nos dejó sin padres que se hubieran enorgullecido de esas aventuras

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  2. A veces me veo como el viejo...calcado !!! Y sí...mientras el cuerpo aguante y no me sigan poniendo palos en las ruedas desde alguna Administración que no le gusta mucho lo desl viaje...seguiremos haciendo kilómetros. Abrazos

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