jueves, 22 de diciembre de 2016

Cambiando de aires


Bien...hora de emprender la marcha….
Se terminan mis días en Horta de Zé, cerca de Valle de Guizo (Alcacer de Sal, Portugal), un sitio más que maravilloso, una “heredade” auténtica donde las haya, y donde me he quedado con ganas de más….
Trabajando en un huerto comestible en Sant André
Pero es elgo que me viene sucediendo en casi todas las granjas y sitios ecológicos donde he prestado el voluntariado como “wwoofer”. Que cuando ya estás instalado, conoces la gente, los lugares, los proyectos, participas en alguno de ellos, llega el momento de la partida.

Parte de un a fuente "waterflow" que dejo en Alcacer
Es lo que tiene hacer un viaje en estas condiciones. Estás un tiempo determinado, que a veces se puede alargar y otras no, dependiendo de lo que puedas ayudar a hacer. No bastan 15 días, no basta un mes, no bastan dos...siempre aparecen otras cosas en las cuales te gustaría participar, colaborar, sentir esa parte de tu vida que es ser voluntario, pero también es vital para tí.

….y entonces miras el calendario, hay otro sitio que te espera, y te despides de personas que querrías conocer más, con los cuales quieres seguir compartiendo cosas...pero el ciclo se cierra.
Y vuelta a empezar. Esto tiene otra vertiente, que es la novedad, el aprendizaje, un nuevo espacio en tu vida, una nueva oportunidad para ayudar con tu granito de arena a que no se destruya tanto nuestro planeta, a que el verde retoñe, a que se prive a la atmósfera de más elementos peligrosos que las grandes compañías siguen insistiendo en fabricar, obligar a usar, mentirnos con propaganda que no es real, darle la vuelta a la tortilla y hacer parecer maravilloso lo que no es.
Pero es necesario aportar...aunque no sea más que un pequeñísimo aporte, una ínfima ayuda...pero así se van sumando los granos de arena hasta formar una playa.


PARENTESIS Y VUELTA AL TAJO


Alcacer de Sal, y el río Sado
Ahora se abre un paréntesis con el tema de las fiestas de fin de año. Obligadas, te guste o no, están allí… y te sumas más o menos al carro del oropel, de las comidas, de los regalos, del miedo a la balanza, de las resacas y de los excesos que se pagan en enero...y quizás más allá…
De modo que me sumo a estas fiestas, intentaré controlar todo lo que sea posible de controlar, y me doblegaré ante lo que no .

Sé que después de Reyes, con un poco de suerte, estaré nuevamente cavando, plantando, limpiando hierbas o esparciendo estiércol en algún campo. Ahora estoy en Portugal, pero es igual si uno quiere hacer algo para mejorar nuestra Tierra. Siempre habrá un lugar cercano que necesita perentoriamente que le echen una mano, que rieguen, planten o sustituyan árboles y plantas que no enraizaron o terminaron su ciclo vital. Las nuevas colaborarán con mejorar el aire, detener o menguar la desertización, arraigar para exhalar oxígeno, mejorar, sostener o impulsar un clima más limpio. Junto con ello, también será bueno cuidar el reciclaje, obligar a los fabricantes a no utilizar tantas cosas desechables, evitar el plástico no degradable, convencer a los próximos a hacer algo similar.

Estas son tareas que vengo intentando, y que quiero proseguir, mientras el cuerpo aguante.
De momento, me voy para el sur, a intentar pasar el invierno. Ya he recibido las primeras heladas, la escarcha en el agua, las nieblas, los rocíos matinales que te obligan a andar empapado hasta el mediodía, en que el sol te va secando.
Pero cada uno elige las vivencias que quiere, y aunque muchas veces se estaría mejor en una cama calentita, junto al fuego, haciendo nada...llega el momento de levantarse, tomarse un buen café con leche para espabilarse un poco...y al tajo.


SAN TEOTONIO





Estuario del rió Sado (salado) desde el castillo
Allí voy en los primeros días de enero. Una pequeña población ubicada en el sur portugués. Una granja de 5 hectáreas, unos propietarios creo que alemanes, con los cuales nos entenderemos en inglés, en “portuñol” o en lo que sea. Al fin y al cabo, solamente cuentan las intenciones..el que sea una granja o un sitio que cuide la ecología y el medio ambiente, y donde tú puedas aportar eso..un pequeño grano de arena que sumará a los otros ya esparcidos

Que irá incrementándose, mientras haya personas que piensen en el bien del planeta.
De modo que volveré a mi motocarro, me haré los casi 200 kilómetros que me separan de Wolfgang y familia, y veré qué nuevas depara el nuevo año…

Pero esto será materia de otra historia...o no.

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