domingo, 24 de mayo de 2015

CHA NALA



Sentado en la cocina exterior, a la sombra del tejado que acabamos de poner hace dos días. Tarde de sábado, siesta obligada, cafetito después. Llega Michelle buscando un cambio con una mesa.


El techado de la cocina exterior. En pleno trabajo
El lugar ha resultado precioso, un poco de cuento de hadas. Lástima los mosquitos…me están masacrando, y eso que suelo tener la piel dura con los insectos. Pero encima, como en un supermercado, son variados. Moscas negras, jejenes, mosquitos, vaya usted a saber qué mas. Posiblemente pulgas, por los dos perros, principalmente Charlie, que desaparece muchas horas misteriosamente. Vuelve levantando la cabeza, como orgulloso de lo que ha hecho, alegre, jovial, la cola es un remolino…y derecho a pedir comida.

Bien, el caso es que llevo aquí varios días, un poco enclaustrado porque se rompió el motocarro, y la reparación es mas lenta que caracol reumático. Lleva dos fines de semana anclado en el pequeño pueblecito Ginestar, y sin recibir la pieza reparada.

En fin.

La granja está como incrustada en una oquedad, que a la vez forma parte de un valle o una declinación natural, formada por bancales descendentes desde un bosque que le rodea. Clima mediterráneo, pinares, olivos, almendras sobre todo. Una casita que parece más pequeña porque se ha aprovechado un desnivel en la parte trasera para construirla. Allí viven Michelle y Francisca, dos chicas alemanas que llevan adelante el proyecto de granja ecológica, ayudadas por wwoofers y colaboradores variables, que van y vienen.
Cha de Charlie, un simpático perrito mil leches, y Nala por la misma Nala, una enorme y pacífica Gran Danés que parece una versión desmedida de los 101 dálmatas.

En este momento soy el único wwoofer como tal ,aunque en algún tipo especial de estancia, también .

 hay un inglés, Steve, que parece cambiar estancia por trabajo eventual. Electricista, aquí puede quedarse a vivir haciendo instalaciones, aunque se ha roto el sistema de placas solares, que por otro lado les costó una pasta gansa, y ahora sin luz, sin wifi, unos días sin móvil, o sin ordenadores. Todo requiere electricidad, y el control central parece que crujió por alguna parte. Garantía,

Pero…entretanto, se sigue haciendo la vida cotidiana.En los alrededores de la casita, una zona donde se encuentran algunas caravanas. También hay una tienda teepee, como la de los indios, que pertenece a alguien innominado .Dormí mi primera noche en ella, pero la segunda me pasé a una caravana, y los ocupantes de ella, una parejita alemana que también realizan algunos trabajos parece que a cambio de estadía, (Nero y Maya), se mudaron a otra tienda en un lugar que no conozco, en medio del bosquecillo.
Vista de mi, en primerísimo plano...para qué? me pregunto, pero el selfie
es así. A veces. Detrás la cocina y mi caravana.

O no…que algo habrá pasado, y Maya se mudó con tienda y todo a nuestra zona, y Nero repara y duerme en otra caravana más alejada.

En fin…puede que problemas de pareja.

Total, que hablamos una mezcla de idiomas que ya querría ver aquí a más de uno. Mi inglés de lo más oxidado, por supuesto. Me salvó de varias situaciones un diccionario que me regaló Susan, la hija de mi casera en Palma.También que Michelle vivió un tiempo en Ibiza, y que Francisca aprende castellano con una profesora. Le sirvo de sparring para practicar.

Y viceversa.

Con los chicos, castañuflo. Mas o menos inglés, mezclado con alemán.

Pero juntos hemos colocado un techo a la terraza de una cocina exterior, donde desarrollamos nuestras actividades sociales, diríamos . De chapa, con sujeciones de hierro, sobre una armazón que hicieron ellos antes que yo llegara. Me ha tocado un poco de bioconstrucción, que se supone domino un poco. Es decir, construcción por métodos no tradicionales. De hecho, habíamos diseñado una especie de cursillo para la fabricación con adobes y posiblemente con “chorizo”, una técnica con ramas embebidas en barro y colocadas sobre una estructura resistente, que luego al secarse, se rellenan los huecos con más barro. La solidez de este tipo de estructuras suele asombrar.

 

MI GOZO EN UN POZO

 

Hablamos con Michelle vía email sobre la probabilidad de compartir una bioconstrucción con personas que estarían aquí. Cuando llego me encuentro con que tres wwoofers se habían largado a Barcelona, de la noche a la mañana. Uno no quiso hacer nada, un inglés se despistó…total, nada,

Pero como experto en bioconstrucciones, me tocó con la super ayuda (o al revés, creo) de Francisca, reparar y subir tres paredes para poner allí la nevera a gas, la cocina y aledaño el sitio para lavar cacharros.

Lo hicimos en una mañana, con piedras que previamente habían traído Michelle y Nero de alguna parte. Cemento para unir piedras, y tres paredes de medio metro hacia arriba.Se aprovecha el desnivel del camino para la parte trasera, y hay que nivelar con el tejado que colocamos, para hacer una unidad.

Perfecto.

También he pintado ventanas, contraventanas, un pequeño mostrador, hasta una reposera. Y he cortado ramas de los almendros, sobre todos “huérfanos” que le quitan energía al árbol. Y esta tarde, aunque es sábado, juntamos un montón de ramas, las cortamos e hicimos una buena provisión para futuras barbacoas.

Hay varios trabajos pendientes para hacer, y si no me voy el próximo miércoles o así, continuaré con limpieza del huerto, quitar malas hierbas, y lo que las chicas quieran,

Con el problema del motocarro primero, y de la luz después, se me ha roto el contacto con la próxima granja. Así que mañana domingo, aprovecharé para ir a Rasquera, un pueblo a unos cuatro kilómetros de aquí. Lo conoceré…de paso.

Se hizo famoso hace algún tiempo porque el Ayuntamiento quería plantar 7 hectáreas de marihuana para poder sacar más dinero, supongo.
Es un pueblo pequeño, sus casas medio cuelgan en el aire, como las de Cuenca, aprovechando sus desniveles. Tiene una ermita metida entre las rocas, absolutamente preciosa. Hecha toda de piedra, está como escondida entre grandes rocas.

A ver qué cuenta el vecindario, si es que lo hace.
No cuentan mucho de momento. Hoy es domingo, hay elecciones locales y la gente anda medio nerviosa, porque teme que los resultados no sean los que ellos esperan.
 Los que todos esperamos.
Los que todos tememos,
Los que todos ansiamos.
Y lo que no muchos tendrán....me parece
 

 

3 comentarios:

  1. ¡Hola Ricardo, lamento mucho lo que te pasó con el Motocarro, pero no hay mal que por bien no venga., a mi me encantó el relato de tus andanzas que son muy aleccionadoras, motivadoras y a veces graciosas jaja, también conocer costumbres de otros lares, mediante tus narraciones tan amenas que me parece ver todo mientras lo voy leyendo, aparte tus conocimientos n en construcción ecológica. dios te bendiga y yo a la espera de tu próxima historia. N.C.

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  2. Hermano, a este tranco iré a pié hasta tu reducto para acompañarte una parte del viaje

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  3. Gracias por el ánimo. Seguiremos viaje, a ver qué pasa. La semana que viene en Castellón, en un sitio que se llama Les Planetes....un saludito

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