martes, 2 de junio de 2015

EL CHICO QUE SUSURRABA A LAS LAGARTIJAS


 

Ya lo sé…lo he copiado del título de  la peli del Robert Redford, pero cambiando un poco la idea. Pero es que realmente es algo extraño,

Todos conocemos a las lagartijas, que se llaman de diferente manera según sea el lugar. Y que se diferencian mucho, desde una especie de salamandra negra, gordota y bastante  fea, a unas estilizadas de colores, longilíneas que son muy agradables de ver…cuando se puede, porque no pierden mucho tiempo en esconderse cuando alguien se le acerca.
Nero leyendo, mientras tiene a su amiguita al sol

Nala, la perra que vive en la granja anterior donde pasé unos 15 días, vivía pensando en la oportunidad de cazarlas. Vale. Realmente cazaba todo bicho viviente. Mantuve la esperanza de que cualquier día se agenciara de un verraco o de un pequeño jabalí que abundaban por la zona, pero lo máximo que le vi en la boca era un pedazo de rata de aquellas.

Gorda, con una cola que casi le arrastraba.

A veces nos dejaba algún “ratolí”, un pequeño ratoncito hecho pedazos, como tributo.

Pero tenía estudiado el hábitat de las lagartijas, y cada día se dedicaba a estudiarlas. Se acercaba sigilosa, y si podía las cazaba, pero no le vi nunca con una. Eran demasiado rápidas, se me ocurre, aunque un día salvé a una que tenía medio atrapada.

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Con Nero pasa otra cosa muy diferente.

Es un chico silencioso, no muy callado pero medio introvertido, que vive leyendo cuando no tomando cerveza (que para eso nos ha salido muy bueno), aunque a veces puede hacer ambas cosas juntas.

Aquí la vemos, muy tranquila
No sé qué tiene, pero las lagartijas se le pegan a la mano, y no quieren abandonarle. Las fotos que ilustran esta nota muestran la última que le vi. La tuvo más de una hora en la mano, y el bichejo no se quería ir. Lo obligaba a moverse y como que….ay…bueno…pero sacaba la lengüita , nos miraba y se quedaba lo más tranquila, tomando el sol.

Desde luego es algo que me asombra, porque generalmente estos bichejos no hacen mas que temblar si lo coges en la mano, intentan escaparse lo más rápido que se pueda y allí te quedas.

Por eso, como me ha llamado mucho la atención esta extraña simbiosis entre el germano y la lagartija, hago este comentario.

Aunque en realidad no debería sonarme muy rara esta simbiosis: tiene asimismo tres hurones, que son un tipo de mascota que  me extraña alguien pueda elegir.

Porque …vamos a ver. Es verdad que son muy bonitos, y se deslizan, porque eso no es caminar, sino deslizarse, desplazarse, con movimientos muy parecidos a una serpiente.Uno de los bichejos, la pequeña Eve (quizás se escriba así, aunque solamente conozco el sonido germánico), tiene una tendencia muy graciosa de desplazarse un poco de costado cuando camina, y se va recostando en la hierba, la tierra o donde quiera que la lleven de paseo. Necesitan ponerle un arnés, porque tienen asimismo la tendencia de esconderse en el primer hueco que encuentran. Cavan, escavan, rasguñan el suelo todo el tiempo, y se perderían en un plis plas si no estuvieran sujetos. El resto del tiempo, cuando no hacen sus dos paseos diarios, están enjaulados. Quizás tengan otras motivaciones que lo hacen elegibles como mascotas. Porque son muy bonitos, de piel suave, de movimientos reptilescos, ojos vivaces y un pequeño hocico muy parecido a los erizos…y muy mala uva. Si te pillan cerca te mandan un mordisco, salvo a sus dueños, Nero y Maya.

De modo que quizás sea por la novedad o por tener un tipo de mascota diferente, como en el caso de los que tienen tarántulas, serpientes o camaleones.

De todas maneras, esa “mano” con los animales del joven alemán se nota cuando suelta a uno de ellos, el macho, y le hace perseguirle, algo que da la sensación de que al animalito le parece un juego muy divertido…excepto cuando se le cruza por el camino un hueco explorable y se acabó la persecución.

Aunque en ocasiones Nero también les saca de la jaula y les tiene en brazos, aunque la mayor parte del tiempo el bichejo afortunado se desliza por los huecos que encuentra: mangas de la camisa, cuello, etc. En realidad la búsqueda de cosas para comer lo deben tener muy arraigado.

Ahora bien, son animales domesticados…más o menos. Pero las lagartijas….

Quizás noten cuando les atrapa, que no lo hacen de manera violenta, y se entregan sin más. Ignoro cómo lo hace, porque he visto el hecho consumado: paseándose con la lagartija agarrada a él.

Quizás noten estos pequeños reptiles que no le harán daño, que solamente es una forma de paseo…quizás sea una de esas cosas que no tenga explicación….pero aquí queda escrito.

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